SHU
El dios egipcio que encarna el AIRE, sostiene un reposacabezas de marfil para sujetar la cabeza durante el sueño.
La imagen hace alusión a la asociación entre la cabeza y el Sol.
Ambos guardan relación con la iluminacion, ambos disminuyen al anochecer, el Sol para ponerse y la cabeza para dormir, y ambos vuelven a levantarse al alba, evocando la resurrección tras la muerte.
A ojo de los antiguos egipcios, este pequeño reposacabezas de marfil de la tumba de Tutankamon plasmaba un amplio paisaje.
Shu, el dios del aire, sostiene en alto un soporte para la cabeza del rey, que era considerado como el Sol.
A ambos lados hay dos leones, cuyos lomos se comparaban con las montañas situadas en los extremos oriental y occidental del mundo.
Así pues Shu, como aire, llena el espacio entre la cierra y el cielo, e impide que este caiga sobre aquella.
Además de mantener apartados, el aire mediaba entre la tierra y el cielo, y llevaba plegarias al cielo y luz y ordenes divinas al genero humano.